“Excelente, Santiago, así lo están haciendo muy bien. Lo que no sé es si te voy a mandar a esta Facultad...”, le dice una mamá a su hijo desde la vereda, a través de las rejas del Rectorado. Del lado de adentro, en el jardín, Santiago y un grupo de unos 70 compañeros expresaban con un silencio estruendoso el enojo porque consideran, precisamente, haber sido silenciados por el Consejo Superior de la UNT.

La discusión ya no pasa, dicen padres y alumnos, por que entren o no mujeres; pasa porque los estudiantes debatieron en su escuela, votaron según la voluntad de la mayoría y días después el Superior definió los tantos. “¿Dónde quedó la democracia?”. “Las escuelas experimentales también somos parte”. “Queremos voy y voto en el Consejo Superior”, eran las pancartas que alzaban los estudiantes, actualizando una antigua lucha de las escuelas que dependen de la UNT: tener representación directa en el Consejo Superior, algo que hasta el momento no ocurre.

Al mediodía los alumnos del Gymnasium partieron hacia el Rectorado para hacer una sentada y esperar que alguna autoridad universitaria los atendiera. No fue una marcha, como se había anunciado más temprano. “Quisimos que fuera lo más pacífico posible, simplemente queremos que nos escuchen”, explicó Santiago Ledesma, vicepresidente del Club Colegial del Gymnasium.

Después de una hora de sentada, representantes de los estudiantes fueron recibidos por la secretaria Académica, Marta Juárez de Tuzza. La reunión duró alrededor de media hora, y los alumnos salieron más tranquilos.

“Nos explicaron que la decisión del Consejo Superior es constitucional y nos pidieron disculpas por la manera sorpresiva en la que se votó el tema en la reunión. Nosotros insistimos en la necesidad de que el Consejo de Escuelas Experimentales tenga un representante en el Superior y se comprometieron a avanzar en ese tema”, dijo Ledesma al terminar el encuentro con los funcionarios universitarios.

Adecuación

El reclamo de los padres que apoyan a sus hijos en las protestas es que se está por implementar un cambio importante sin que la escuela esté preparada. “Los chicos no plantean el tema de la mujer. Lo que no quieren es que se avasalle su decisión. Ellos tomaron una decisión (de postergar la inclusión de mujeres). Se debería haber adaptado la currícula, con años de anticipación, prepararlos a los chicos para recibir este cambio, porque todo lo que se hace en el colegio está adaptado a la mentalidad masculina”, resumió Daniel Andole.

La directora del Gymnasium, Sandra Mansilla, explicó que ese proceso de adecuación comenzará de inmediato. “El Consejo Asesor Interno había decidido postergar el ingreso femenino para que pudiéramos hacer la adaptación con tiempo. Pero el Superior, que tiene facultades para hacerlo, aceleró ese proceso y comenzaremos la semana que viene a tener reuniones con los tutores estudiantiles, luego con los docentes y formaremos comisiones para ir tratando cada uno de los temas necesarios”, explicó la directiva. Confirmó además que ayer las inscripciones se desarrollaron normalmente. De 11 nuevos aspirantes anotados ayer había una mujer, con lo que ya suman seis las inscriptas para realizar el cursillo rumbo a 2018.